domingo, 16 de agosto de 2015

Lo que verán mis ojos

La humanidad ha caído, las calles se han inundado de agua que no puede ser bebida, la acidez de la lluvia aturde a los edificios y vuelve deficiente nuestra sociedad, se elimina la gran tecnología, los cables han expirado y solo son degradados por el tiempo, hoy todos temen de los otros y tal pareciera que el principio arribo a nuestras puertas.

Hoy caminamos como manadas, asustados de los depredadores y los ladrones que hoy ya no son adictos al dinero ni a las excentricidades que en otro tiempo podían pagar, los hoy son adictos a sobrevivir a toda costa y pasar sobre quienes se interpongan en su camino.

El agua dulce hoy pareciera que juega a las escondidas con el hombre, la poca cantidad que existe pareciera la moneda de cambio, una que en cualquier minuto se podría acabar. Si hoy la gente sobrevive es por su ingenio y las mejores herramientas que un dios nos pudiera ofrecer, nuestras manos.

La obesidad dejo de existir aquí solo existe el hambriento, el sediento y el afortunado que tuvo que comer el día de hoy. Hoy las ropas de gala que se exhiben no son ni el reflejo de lo que fueron, pues hoy se aprecian más las ropas por las necesidades que cubren, como quitar el frió, y no por su diseño y confección.

Quizás hoy la tierra, no sea el mejor lugar para vivir, pero solo hay que agregar que si hoy la humanidad existe como ahora no es por mala suerte, si no por las decisiones de las cuales no nos hicimos responsables.


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