En vida hermano, en vida
He de comenzar con esta frase que mi madre me enseño, la cual a lo largo de varios años aprendí que es muy cierto. Nosotros no tenemos la vida comprada y cada día que pasamos no apreciamos lo que tenemos, a nuestra madre, a nuestro padre, un momento con nuestros hermanos, hasta un momento de paz con nosotros mismos, hoy día vivimos agitados, estresados y a veces nos desquitamos con quien menos se lo merecen, nuestras personitas más queridas, que a causa de esto las llegamos a ofender y hasta lastimar.
El perdón, no debe de llegar a nosotros cuando no nos queda otra solución, cuando alguna crisis llegue a nosotros que nos haga reflexionar, provocando en nosotros un sentimiento de culpa por nuestras acciones hacia otras personas.
Debe llegar cuando el problema aún existe, la vida aún la conserven todos los implicados y la esperanza para una vida mejor aún persista, quizás tendremos miles de piedritas en el camino que nos obstaculice el perdón sin embrago el mejor perdón es aquel que viene del corazón y no de intereses vanos que sin querer el hombre ha hecho de mayor valor, que toda la armonia que pudiera reinar en su día a día.
¿Estas palabras te recordaron a alguien?
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