lunes, 25 de enero de 2016

En mi quinta vida

Es hoy el día más feliz que una mujer pudiese tener,  su vestido blanco,  un chico que la adora,  una fiesta inmensa en lo que puede ser el mejor santuario para decir "acepto"; la luz del día parece gloriosa, encantadora y a la vez de otro mundo en el cual a pesar de vivir en lo que pareciera ser la gloria por dentro caen estrepitosamente mis gritos de auxilio.
Si,  hoy es el día de mi boda y a pesar de todo no me siento la mujer mas dichosa de la tierra.
Hay un chico que daría lo mas preciado por y para mi,  yo he sido sincera y he dicho que si se hace esta unión sera solamente para su felicidad, pero.. a pesar de  mis palabras,  mis intenciones fueron confundidas. Mis padres no hablaban de otra cosa que mi compromiso y eso les hacia tan felices,  que no me pude negar a tal acción. Mi vida amorosa no había sido la mas encantadora de la historia,  me había enamorado,  había entregado mi corazón y eso solo me ocasiono tristezas, el amor de mi vida solo me abandono...  así que sin más que un corazón roto, la decisión de cristobal y la bendición de mis padres me encuentro  aquí.
Hace poco que me he unido a una compañía de publicidad en la que no puedo negarlo,  soy inmensamente feliz,  aquí cada día es diferente al anterior y destacó por tener las ideas más locas. Aun no se en que acabara todo una vez que este casada y sea la señora de Ramirez y la Anda.
Tocan las campanas, llegan mis padres,  me besan la frente y me desean el mejor matrimonio mientras yo solo pienso en un amor dormido en el que solo seremos buenos amigos.
Mi padre toma mi brazo y caminamos muy lentamente en el camino a mi destino,  quien diría que el camino a la desgracia tendría un olor a rosas y un color blanco como nube.  Mi padre toma fuerte mi mano y raza posa sobre el que sera mi esposo,  a mi llega una sonrisa fingida de la cual quiero que sea la mas realista, no quiero arruinar este día.
Mi respiración se agita y parece que mi corazón estallara estrepitosamente, ¿estaré en lo correcto ?, ¡nadie mas quiere estar conmigo!, ¿es la única salida?, ¡ya estoy aquí!, ¡ya no puedo hecharme para atrás !.
-Señorita carolina...  ¡acepta!
-perdón estoy algo nerviosa-, el anillo esta posado en mi dedo,  ya no ya salida...
-yo... -
El rito religioso es turbado por un grito audible desde afuera,  -¡no lo hagas!-
Un chico  de cabello rizado llego a mi lado,  tomo mi mano y me miro a los ojos -se que no lo amas,  tu corazón  aun está en estado inanimado que solo quiere encontrar la salida más fácil,  te he observado y se que no eres feliz-
¿quien era y como sabia?, no puedo mas,  esta mentira esta mas allá de mi,  mis lágrimas ruedan por mis mejillas y caigo al suelo  llorando como una niña de 3 años la cual a perdido su camino.
Hombres de mi familia se levantan con furia en sus ojos,  tal parece que la intención que los domina es la ira contra lo que pareciera ser mi consciencia encarnada. -¡vamonos!-
Me trato de levantar,  pero el estorboso vestido no es de gran ayuda, el me toma de la mano,  me toma entre sus brazos y me saca lo mas rápido posible,  de la impresión no se por que puerta a salido o si es que acaso no la había notado antes, me monta en su moto y salimos huyendo.
¿en que estoy pensando?, es un desconocido,¿a donde me llevara?, mis interrogantes se  incrementaban pero aun no llegaban a compararse con la necesidad de escapar.
En un parque como a 30 minutos se detuvo y saco un arma, que requiere un cuchillo,  y yo en un momento de susto cerré los ojos ¡es el fin!, -¿esta mejor?-, abrí los ojos a la vez que me sentía más ligera, había cortado el vestido y a mi parecer no estaba tan mal, me sentía hermosa y liberada.
-¿quien eres ?-
El chico se quedo  un momento pensativo y con una sonrisa algo familiar... me abrazo
-es normal que no me recuerdes, yo soy el amor de tu vida-
-¿por que es normal?-
-por que yo soy inmortal y tu..  apenas regresaste de tu letargo en la otra vida-
Yo no sabia ni que decir,  era lo mas absurdo y a la vez tan sensato, ya que a pesar de que no tenía ningún recuerdo de el mi ser sabia que le tenia la confianza del mundo. Mi mente aún aturdida y confundida no dio para más,  perdiendo el conocimiento.
A la mañana siguiente desperte en línea que parecía una habitación  bastante elegante, el chico del cual no sabia su nombre estaba en un sillón bastante cómodo durmiendo,¿el me trajo?, ¿que traigo puesto?, o...  ya recordé..  mi vestido alterado.  Escucho un quejido del chico y lo que hago es esconderme entre las sábanas de satin.
El chico se acerca a la cama y toma un mechón de mi cabello, mi respiración se acelera y solo salto de la cama gritando -¡para ya,  melcary!- de la impresión vuelvo a las sabanas
-creo que ya me empiezas a recordar cariño-esas palabras con tanta dulzura me hizo sentirme de lo mas amada y a la vez tan ilusionada y muy en el fondo una nostalgia que sin duda me decía que a melcary ya lo conocía
-¿como se tu nombre?
-victoria,  ese nombre es el que tu me diste cuando renaci, cuando me sacaste del infierno de mi eterna vida e hiciste la promesa de renacer siempre para mi-
-que sucede contigo,  vida eterna, tal cosa no existe en esta vida -
-la tuya al menos no... -
Mi duda se incrementa y dentro de la imposibilidad  de la situación mi ser cree en sus palabras, se  gira a lo que parece ser un librero bastante antiguo y toma un libro bastante grueso y otro un tanto delgado.
-esta es mi vida sin ti-, posando en mis manos el libro más delgado, lo tome y repase la paginas rápidamente. -yo preferiría que no lo vieras pero desde tu primera vida a mi lado me haz pedido que no lo desaparezca y te lo de en tus manos-
Me dio el libro más grueso y lo abrazo con tanto cariño que de la intriga ya anciana leerlo ya, -este cuenta tus vidas a mi lado,  todas las alegrías y suspiros que me haz dado y me haz robado, esta escrito por los dos y desde este momento tu quinta vida  será para mi como mi eternidad para ti-
Móvil los libros a la cama y le conteste altaneramente, -no creo que seas inmortal-
-querida siempre me haz de hacer esa prueba... -
Giro a la ventana abierta y simplemente salto,  corrí y vi un acantilado bastante alto,  que no pude ver el final, que había hecho ¡mate a un hombre!, cuando escuche desde el fondo, - ¡estoy bien!, baja y compruébalo-
Baje las escaleras y llegue a lo que parecía la entrada principal,  era un castillo en lo que parecía ser un gran bosque,  no sabia para donde caminar,  cuando lo vi caminando hacia mi
Corrí hacia el y lo único que pude decir fue -sos un tonto,  cada vez que revivo haz de hacer cosas más audaces para comprobar tu inmortalidad, casi me muero del susto y tendrías que haberme esperado 50 años mas-
-mi querida victoria- me tomo entre sus brazos y nos dimos un beso fugaz,  como el que jamás había sentido en este cuerpo,  el sabor de la savia del árbol de la vida en sus labios me hizo recordar todo, desde el momento en que cuando era una joven alma que vendió su sangre al dio uruchurtu para poder renacer,  el me daría vida en ciclos de 50 años a cambio de que a mis 26 años de vida le de mi sangre
-¡como pude olvidarte memelcary! , me vio tiernamente  y mostro la magestuidad del castillo, -observa bien, le he hecho algunas modificaciones desde que te marchaste-
Lo tome de la mano y marchamos a lo que era nuestro hogar

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